Aunque no tiene cura definitiva, existen estrategias efectivas para reducir sus síntomas y mejorar la calidad de vida. En este artículo abordamos cómo identificarla y qué cuidados pueden ayudarte a controlarla.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Es una enfermedad inflamatoria de la piel, común en la infancia pero también presente en adultos. Se asocia con una barrera cutánea debilitada, predisposición genética y factores ambientales. No es contagiosa, pero puede generar brotes recurrentes si no se controla adecuadamente.
Síntomas más comunes
- Picazón persistente, especialmente por la noche
- Enrojecimiento en zonas como rostro, cuello, codos o detrás de las rodillas
- Piel reseca, agrietada o con descamación
- Aparición de lesiones o costras en fases agudas
Los síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia según la persona y las estaciones del año.
Cuidados básicos para aliviar los síntomas
1. Hidratación constante
Aplicar cremas emolientes varias veces al día ayuda a restaurar la barrera cutánea. Se recomienda usar productos sin fragancias ni alcohol, preferiblemente después del baño con la piel aún húmeda.
2. Usar productos con pocos ingredientes
3. Evitar baños prolongados y con agua caliente
¿Qué otras pruebas podrían ser necesarias según tu edad o historia clínica?
El agua caliente y el exceso de tiempo bajo la ducha pueden resecar aún más la piel. Optá por baños tibios y cortos, y secá tu piel con toques suaves, no frotando.
¿Necesitás apoyo dermatológico o pruebas clínicas?
En GoodMed podés acceder a consultas médicas y pruebas de laboratorio para descartar alergias o condiciones asociadas a la piel atópica.
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Preguntas frecuentes
¿La dermatitis atópica es lo mismo que una alergia?
¿Se puede curar la dermatitis atópica?
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No tiene una cura definitiva, pero sí es posible mantenerla controlada con cuidados constantes y seguimiento médico. Muchos pacientes logran reducir significativamente los brotes con un enfoque preventivo.
